Todos nos hemos construido alguna vez un pedestal al que subirnos para mirar al resto como un dios. Todos nos hemos creído en algún momento la pieza más especial del museo. Solo que esas fantasías tienen muchas grietas que alguien puede señalarnos para que podamos rompernos. Esta es la historia de una de esas grietas.
Una obra de teatro de Ángelica Rojas y Adrián Pino Olivera